Las llaves del reino. Entrevista con Bill Thompson, editor de Stephen King (II)
Segunda parte de la entrevista exclusiva con Bill Thompson para Suntup Editions
Entrevista realizada por Jason Sechrest y publicada originalmente en el sitio web suntup.press. Traducción de Óliver Mayorga.
En la primera parte de nuestra entrevista exclusiva con Bill Thompson, el hombre que descubrió a Stephen King, hablamos extensamente de los primeros manuscritos de King y de la venta de su primera novela, Carrie.
En la segunda parte de nuestra conversación, cubriremos los muchos otros libros de Stephen King en los que Bill Thompson trabajó como editor en Doubleday, comenzando con ‘Salem’s Lot de 1975.
Jason Sechrest: Cuando llegó la segunda novela de King, ‘Salem’s Lot, ¿cuál fue su reacción inicial al leerla?
Bill Thompson: Me gustó que el pueblo se llamara Jerusalem’s Lot. Pensé: «Es perfecto. Es imaginativo. Es pintoresco. Es ligeramente bíblico». De hecho, el título original era Jerusalem’s Lot, pero el departamento de ventas dijo que sonaría demasiado como un libro religioso, no como una historia de vampiros ambientada en una pequeña ciudad. Fue Tabby quien tuvo la idea de poner el apóstrofe antes de la S. Dijo: «Al menos la gente pensará ahora en brujería en lugar de en Israel». Así es como surgió el título.
JS: Había oído que en un momento dado se tituló The Second Coming.
BT: Sí, puede que así fuera en los primeros borradores.
JS: ¿Ocurrió con este otro libro como con Carrie, donde sintió que necesitaba mucho trabajo en alguna sección en particular?
BT: No necesitó mucha edición. Fui más suave porque era una historia de vampiros. Los vampiros no estaban de moda en aquella época. Parecía otra historia de un hombre extraño que llega a la ciudad y se convierte en vampiro. Era Drácula. No tenía nada de malo, pero no se distinguía como algo que no se hubiera hecho antes. Era decente, pero me pareció una historia básica de vampiros.
JS: Quizá tenga que discrepar con usted en eso, aunque su conocimiento en literatura es sin duda más vasto que el mío. Pero no se me ocurre nada anterior a 1975 que haya llevado a Drácula a los suburbios. Llevar una historia de vampiros a una pequeña ciudad estadounidense donde se sintiera mucho más real que los castillos de la Abadía de Carfax, ¿se había hecho eso antes de ‘Salem’s Lot?
BT: Es una buena observación. Puede que se haya hecho antes, pero no que yo sepa. Desde luego, no en ningún libro que fuera popular.
JS: Uno de nuestros lectores tenía algunas preguntas sobre ‘Salem’s Lot. Un primer borrador de la novela no incluía el prólogo, mientras que la famosa trampa mortal del sótano (una tabla con cuchillos) se escribió originalmente como una muerte por ratas. ¿Algunos de esos cambios se hicieron a instancias suyas?
BT: Añadir un prólogo parece algo que yo habría recomendado. Sí recuerdo haber cortado lo de las ratas. No recuerdo los detalles, pero estoy seguro de que pensé que ser devorado por ratas era innecesariamente asqueroso.
JS: ¿Le ocurrió lo mismo con The Shining, que pensó que no requería demasiada edición?
BT: ¡Oh, no, esa requirió mucha edición!
JS: ¿Sí? ¿En qué sentido?
BT: King tendía a introducir una segunda historia que no tenía nada que ver con la principal, pero que ofrecía algún tipo de subtrama que le gustaba especialmente. En el caso de The Shining, había toda una subtrama sobre gánsteres de los años 20 y 30. Iban y venían como fantasmas por todo el hotel. Tenía todo un elenco de estos personajes en The Shining, y simplemente no encajaba. Hice que recortara The Shining severamente.
JS: ¡Espere un momento! ¿Me está diciendo que había fantasmas de gánsteres de los años 20 y 30 en The Shining? Creo que nunca había oído eso antes. ¡Podría ser una primicia, Bill!
BT: Bueno, REDRUM fue una primicia para mí. Eso fue un derechazo en el estómago, cuando por primera vez como lector entiendes el significado de REDRUM. Fue una gran historia y un maravilloso escrito.
JS: El otro día leí un artículo en el que se decía que, cuando estaba trabajando en la primera antología de cuentos de King, Night Shift, usted se empeñó en que incluyera solo los mejores cuentos. ¿Cómo seleccionó las historias que consideraba mejores?
BT: Estoy seguro de que expuse mis preferencias y prejuicios sobre algunos de los relatos, pero si él hubiera estado convencido de alguno de ellos, sin duda habría cedido. Era su libro, no el mío. Por supuesto, quería lo mejor; es algo que hacen los editores.
JS: ¿Tiene alguna historia favorita de Night Shift?
BT: Oh, ha pasado tanto tiempo. Probablemente tendría que mirar el índice.
JS: Lo tengo aquí mismo. Puedo decirle algunos títulos, si no le importa.
BT: ¡Claro! Adelante.
JS: Jerusalem’s Lot, la precuela inédita de ‘Salem’s Lot.
BT: Recuerdo haberlo disfrutado.
JS: Graveyard Shift, Children of the Corn, Sometimes They Come Back…
BT: Es increíble cómo muchas de estas historias se convirtieron en películas.
JS: ¡Así es! Siempre me ha gustado el cuento The Mangler.
BT: A mí no. No quería que King se volviera demasiado sombrío en el trasfondo de la historia. Era gris. Era oscuro. Era metálico. Era sucio. No sé si estaba en un estado de ánimo en particular cuando escribió The Mangler o no, pero esa historia no habría sido una de mis favoritas.
JS: ¿Se puede decir que tenía algo más que una relación de trabajo con King? ¿Que eran amigos?
BT: Sí, desde luego.
JS: ¿Cuándo se produjo esa transición?
BT: Bueno, sin duda la venta de Carrie en rústica lo cimentó porque cambió todo para ambos. Pero en realidad, incluso el hecho de conseguir un contrato después de todo lo que habíamos pasado. No compartí los aspectos técnicos con él porque pensé: ¿por qué decirle lo imposible que es hacer realidad este libro? ¿Por qué llorar en su hombro sobre lo frustrante que es para mí? Así que nunca se enteró de mi ansiedad por llegar a la fase del contrato, pero una vez que ocurrió, fue el punto de inflexión. Después de eso, ambos confiamos el uno en el otro.
JS: ¿Cuál es su recuerdo favorito de Stephen King?
BT: La verdad es que pasamos muchos buenos momentos juntos. Y cuando digo eso, no me refiero a hacer algo salvaje o salir de fiesta. Una noche se quedó en mi apartamento de Westchester, poco después de conseguir el contrato para Carrie. En ese momento él todavía no tenía dinero. Yo tenía una cama individual, se la di, y yo dormí en el sofá. Recuerdo que pensé: «Oye, ¿le estoy dando a este tipo mi cama? ¿Qué pasa aquí?». Pero por otro lado, él es unos centímetros más alto que yo, así que tenía sentido. Era un gran apartamento con vistas al Hudson. Tenía una chimenea que funcionaba. Hablamos hasta altas horas de la noche sobre libros y películas.
JS: Estoy seguro de que fue una noche que él también recuerda con cariño.
BT: Oh, fue una noche que sé que él tampoco olvidará nunca porque subimos al autobús con un compañero de Doubleday, que se bajó una parada antes que yo. Le presenté a Stephen King, y este compañero que tenía pretensiones de ser muy culto, le dijo: «Bueno, ¿cuándo vas a dejar todo esto y empezar a escribir algo serio?». King me miró, y yo le miré a él. Le dije a ese tipejo: «Oh, creo que está escribiendo bastante en serio. ¿Crees que el mercado de facsímiles en el que estás apoyaría otra de tus reimpresiones de Alger? ¿Cómo va eso, por cierto?».
Sé que King nunca lo olvidó porque durante años después de eso, él siempre decía: «¿Crees que esto es serio, Bill? ¿Crees que este es un libro realmente serio?». Creo que en verdad le afectó, esta insinuación de que estaba encasillado, o que solo era un autor de libros de bolsillo.
JS: ¿Alguna vez le preocupó eso a usted?
BT: Le dije que no quería que se encasillara como escritor de terror. Quería que se esforzara y que hiciera algo más que eso. Hay que entender que el terror en aquella época no era un género respetable. No era un género en absoluto, de hecho. Era solo una especie de cómic elevado. Él contribuyó a establecer el horror como una categoría editorial. Creo que en ese momento era incluso inferior a la ciencia ficción o la fantasía.
JS: ¿Diría que Stephen King es responsable de elevar el género?
BT: ¡De establecerlo, incluso! Era muy suave. ¿Qué había, además de Frankenstein, Drácula y Dr. Jekyll y Mr. Hyde?
JS: The Stand es una novela que, como es sabido, fue recortada en cientos de páginas a petición de Doubleday. He leído que usted estaba en proceso de dejar Doubleday en ese momento. ¿Pudo leer la versión original de la novela sin cortes? ¿Y cómo se sintió al ver que Doubleday había recortado tantas páginas?
BT: Trabajé en The Stand como editor, a pesar de mi marcha. King también había anunciado que dejaba Doubleday, y el acuerdo era que yo trabajaría en The Stand porque él no trabajaría con ningún otro editor. Así que trabajé en The Stand. No puedo creer que el manuscrito original tuviera 1300 páginas, pero eso es lo que recuerdo. Definitivamente había más de 900 páginas en el manuscrito original en el que empecé a trabajar.
JS: Vaya, es un gran manuscrito.
BT: Oh, era enorme. Pero siempre he creído que la historia pertenece al autor. A no ser que puedas decir «esto lo ralentiza», o «esta es una escena gratuita», o «te repites aquí», no cortas algo solo por razones de longitud.
El problema al que me enfrenté es que Doubleday consideró que no podía encuadernar el libro a los precios a los que estaba acostumbrado porque era demasiado grande. Y si se gastaban el dinero extra para encuadernarlo bien, tendrían que cobrar 13,95 o 15,95 dólares. No creían que el mercado soportara ese precio. Así que me preguntaron: «¿Puedes reducirlo?».
Había suficiente en ese manuscrito original como para poder hacer algunos recortes sin tener la sensación de estar engañando al autor. En cualquier caso, acabó haciendo él mismo la mayoría de los recortes. Yo marcaba las páginas y luego lo discutía con él. No había nada arbitrario en esto. Si él decía: «No, sangraré si cortas eso», entonces se quedaba. Era una operación conjunta.
Siempre he pensado que una vez que New American Library se hizo con ella, hicieron cortes adicionales. Cuando tengas 12 horas, me encantaría que revisaras la versión de la New American Library y la de Doubleday y vieras si se hicieron cortes adicionales.
JS: ¿Fue él amable con los recortes que se hacían o estaba molesto?
BT: Creo que estaba bastante enfadado.
JS: ¿Disfrutó de The Stand?
BT: Hay que tener en cuenta que me estaban despidiendo. Y tenía un manuscrito que se suponía que tenía que editar con el mismo entusiasmo y disfrute que había tenido con los otros. No lo disfruté mucho, y me molestó el final. Pensé que si necesitaba una explosión atómica para atar los cabos sueltos, es que se había quedado sin fuerzas. Habría sugerido otra cosa, de haber tenido más tiempo para trabajar juntos. No fue uno de mis favoritos, y sigo pensando que es demasiado largo.
JS: El último libro de King para Doubleday sería Pet Sematary en 1983. ¿Tuvo usted algo que ver con la edición de ese libro?
BT: No, nada en absoluto.
JS: Tengo entendido que estuvo guardada en un cajón durante bastantes años antes de ser publicada. Si le hubiera traído la novela originalmente, ¿la habría rechazado como con los libros de Bachman?
BT: Oh, no, esa sí que la habría aceptado. Puede que le hubiera regañado un poco. Le habría dicho que básicamente ha reescrito Monkey’s Paw, que es una historia clásica, y ha creado toda una novela a partir de ella.
JS: Después de Doubleday, comenzó a trabajar en Everest House, que en 1981 publicaría la primera incursión de King en la no ficción, Danse Macabre. ¿Es cierto que tuvo que empujar a King a hacer ese libro?
BT: No fue un empujón, sino mi forma de esquivar su contrato con la NAL. Tenían un contrato con él por un número determinado de novelas. Pero si quería escribir un libro de cocina, o un libro de poesía, o un libro llamado Danse Macabre, era libre de hacerlo. Él y yo seguíamos siendo muy amigos. Éramos muy buenos amigos.
JS: ¿Por qué le pareció tan importante que lo hiciera? He oído que era reticente a escribirlo, y que usted le dijo: «Puedes y debes hacerlo».
BT: Básicamente, era el resquicio para liberarlo y proporcionarle un libro a su buen amigo Bill Thompson. [Risas] ¡Bill Thompson estaba dispuesto a cobrarse el favor que le debían! Le dije: «Dame un libro de no ficción». Dijo que no sabía qué escribiría. Le dije: «Tienes tus películas, libros y música favoritos… y tus fans quieren saber acerca de eso. Les encantaría saber lo que piensas». Así fue como empezamos a hablar de ello, y se convirtió en un libro sobre la historia del terror.
JS: ¿Tiene algún libro favorito de Stephen King?
BT: Carrie tiene que encabezar la lista. Ese y The Shining. Christine también es uno de mis favoritos, aunque no lo he editado.
JS: ¿Qué me dice de los libros de Bachman?
BT: Bueno, ahí sí que tuve influencia. Él estaba produciendo demasiados manuscritos. Era el comienzo y él iba a sobrepasar el límite de sus admiradores. Los agotaría antes de que el número de fans fuera lo suficientemente grande. Así que le dije: «Tienes que ir más despacio o inventar un seudónimo». Le gustó la idea de un seudónimo porque, por supuesto, eso respaldaría su creencia de que si eres bueno, no necesitas tener suerte. Los lectores te encontrarán si es un trabajo de calidad. En teoría, eso es correcto, pero no siempre funciona en la práctica.
Richard Bachman era un secreto muy bien guardado en la industria editorial, y de esos no se encuentran muchos. La industria editorial es muy chismosa. Nos encanta saber lo que ocurre internamente. King ni siquiera me lo dijo, en realidad. Habíamos hablado de la posibilidad, pero nunca me dijo que iba a hacerlo o a publicar esos manuscritos como Richard Bachman. Pero sí le dije una y otra vez: «No escribas de más. No inundes el mercado con Stephen King».
JS: Bueno, su cerebro es simplemente increíble, señor. Es fantástico lo mucho que recuerda de todas estas maravillosas historias, y le agradezco que las comparta conmigo. Sé que tiene un sitio web propio, BillThompsonEditing.com, y que pone sus servicios a disposición de los escritores emergentes. ¿Cómo funciona ese proceso?
BT: Varía, pero normalmente pido al escritor que me envíe primero páginas de muestra y hago un breve informe sobre ellas. Les devuelvo mis comentarios con la esperanza de que estén de acuerdo y me digan: «Bueno, ¿cuánto cobra por leer el resto del manuscrito?». En ese momento se lo entrego a la persona que gestiona mi sitio y ellos se encargan de la parte comercial.
JS: Sr. Thompson, si no le importa que lo diga, usted es nada menos que un gigante de la literatura. Es usted una leyenda en el mundo de la edición. Las decisiones que tomó tuvieron un gran impacto, no solo en la edición y la literatura, sino incluso en la cultura. Si piensas en el impacto que Stephen King ha tenido en nuestra cultura, el hecho de que lo descubriera cambió el curso de la historia. En la época en la que usted descubrió nombres como Stephen King y John Grisham, es evidente que había grandes talentos surgiendo en el mundo en ese momento. ¿Encuentra en los nuevos autores que le entregan material para leer que sigue habiendo tanto talento en ciernes en el mundo como siempre ha habido?
BT: Oh, creo que es exactamente lo mismo. Hay tantos buenos escritores como siempre. Quizá más. Lo que sí he notado es que es mucho más difícil que te publiquen. Una mujer con la que he estado trabajando me ha llamado hoy porque yo acababa de hacer mi crítica de su libro, que es de fantasía. Le he comentado los puntos débiles que he encontrado y cómo solucionarlos. Me llamaba para decirme que había hecho esos cambios y que era un libro mejor por ello. Es una novela maravillosa y, a pesar de que el género de la fantasía se ha hecho más popular, puedo decir que probablemente no conseguirá un agente por ello, ni siquiera conseguirá que se publique, y sin embargo, es muy publicable. Otro escritor con el que trabajé escribió una maravillosa obra de ficción popular. La envió a 60 agentes antes de obtener una sola respuesta. Yo siempre respondía cuando recibía un manuscrito. Creo que eso ya no ocurre tanto. Y es una lástima, porque la calidad general de la escritura que hay es quizás mejor que cuando King y Grisham estaban surgiendo.
JS: Ha conseguido muchos logros en su carrera. ¿Cuál es el que más le enorgullece?
BT: No son los logros en lo que pienso. Me da vergüenza admitirlo, pero no puedo dejar de pensar en los manuscritos que se me escaparon. Las historias para las que no conseguí apoyo. Autores que lo tenían todo a su favor y que, por alguna razón, no pude hacer que funcionaran. Hay un escritor de California. He tratado de reconstruir su nombre cientos de veces en mi memoria, y simplemente no puedo pensar en ello. King habría estado en lo cierto con este libro. Habría encontrado a sus lectores. Era uno de los mejores. Recuerdo el libro muy vívidamente y nunca dejé de pensar en él o de desear haber podido trabajar con él. Si pudiera recordar su nombre, sería capaz de contactar con él. Pero entonces, ¿de qué me sirve a mí o a él ahora? Yo solo… [larga pausa]
Solo espero que no haya dejado de escribir. ⬥
Referencias
Sechrest, J. (13 de noviembre de 2018). «Keys to the Kingdom - The Bill Thompson Interview (Part Two)» en el sitio web de Suntup Editions.