King reseña «Las ruinas» de Scott Smith

Stephen King calificó entusiastamente el libro de Scott Smith como «la mejor novela de terror del nuevo siglo»

nov 17, 2022

Reseña escrita por Stephen King y publicada originalmente en amazon.com. Traducción de Javier Martos.

En 1993, Scott Smith sorprendió a los lectores con Un plan sencillo, una novela debut en la que tres hombres se encuentran con una avioneta estrellada y una valija con cuatro millones de dólares; un libro al que Stephen King calificó como «sencillamente, la mejor novela de suspense del año».
Ahora, trece años después de aquella novela que terminó convirtiéndose en una gran película protagonizada por Bill Paxton y Billy Bob Thornton, Smith está de vuelta con Las ruinas, una historia de terror en la que cuatro jóvenes estadounidenses, que viajan por México, tienen que enfrentarse a una pesadilla en mitad de la jungla. ¿Quién mejor para contarles a los lectores si Smith ha logrado un nuevo éxito que el indiscutible rey del terror? Así pues, hemos pedido a Stephen King que leyera Las ruinas y nos diera su opinión.
Daphne Durham

Al enterarme de que este verano Scott Smith iba a publicar una nueva novela, sentí lo mismo que cuando mis hijos volvían una o dos horas tarde de sus citas del fin de semana: una mezcla de alivio (gracias a Dios que han vuelto) y enfado (¿dónde demonios habéis estado?). Bueno, no es más que un libro, diréis algunos, y puede que tengáis razón, pero Scott Smith es un autor singularmente dotado, y creo que los doce años de espera entre su debut —la novela de culto Un plan sencillo— y su regreso este verano con Las ruinas no solo es motivo de exasperación sino de gran enfado. Está claro que Smith, que ha permanecido en las sombras salvo por su nominación al Oscar por el guion cinematográfico de Un plan sencillo, tendrá que explicarnos cómo ha pasado sus vacaciones de verano. Sus últimos doce años de vacaciones de verano.

Vale. El nuevo libro ya está aquí, y la pregunta que los lectores de Un plan sencillo quieren ver respondida es si este nuevo libro genera un suspense tan desgarrador como su anterior novela. La respuesta es sí. Este próximo verano, Las ruinas va a ser la conmoción literaria de Norteamérica; y unas vacaciones en México serán lo que Tiburón fue para los fines de semana de playa en Long Island. Como novela, ¿es tan buena como satisfactoria? La respuesta es que no lo suficiente. Pero puedo vivir con eso, porque es una apuesta más arriesgada. Algunos críticos, aquellos que tienen poco gusto o comprensión por la ficción popular, la tacharán como una mera historia corta estirada hasta la extensión de una novela (estoy pensando ahora mismo en Michiko Kakutani, por ejemplo, que metió en el microondas el primer libro de Smith). Estos críticos, quienes siguen sin otorgarle ninguna bondad a la ficción popular, no se percatarán de la brillante técnica de Smith. Las ruinas es el equivalente a un triple axel que no alcanza el nivel de perfección porque algo falló en el giro final.

Es complicado hablar de la novela sin destripar demasiado, porque la premisa es tan simple y mortal como una trampa oculta bajo un montón de hojas… o, como en este caso, en una parra. Se nos presentan cuatro jóvenes turistas estadounidenses —Eric, Jeff, Amy y Stacy— en Cancún. Allí, establecen amistad con un joven alemán llamado Mathias, cuyo hermano se ha adentrado en la jungla con un grupo de arqueólogos. Los cinco jóvenes, más un alegre muchacho griego que apenas habla inglés —aunque tiene en su poder una ingente cantidad de tequila—, siguen un sendero para encontrar al hermano de Mathias… a los arqueólogos… y las ruinas.

Bueno, en este caso y como se suele decir, no hay dos sin tres. Lo que aguarda en la jungla no es malo, sino terrible. Las más de trescientas páginas de Las ruinas son un amplio primer plano de ese terror. No hay descansos, ni un solo capítulo de respiro para recuperar el resuello. Me pareció que Las ruinas sí se alargaba un poco, pero la negativa de Scott Smith a mirar hacia otro lado me pareció heroica, al igual que en Un plan sencillo. Sus detalles de horror y suspense harán de este libro un superventas, aunque su aportación a la literatura se reduzca a su firme naturalismo. No es El corazón de las tinieblas, pero su opresiva y horripilante claustrofobia me recordó a Frank Norris. Y la verdad es que no es una mala comparación.

Solo espero que el señor Smith no tarde demasiado la próxima vez. ⬥