La senda de Steve
En su primera columna en «EW», el maestro del terror lo deja todo al descubierto: sus sinceras opiniones sobre películas, música y libros
Columna escrita por Stephen King y publicada en Entertainment Weekly el 8 de agosto de 2003. Traducción de Óliver Mayorga.
Pues esto fue lo que pasó, según recuerdo. Hace un par de meses, los editores de Entertainment Weekly me pidieron que hiciera una crítica de Harry Potter y la Orden del Fénix y, o bien les gustó la crítica en sí, o bien les gustó el hecho de que estuviera escrita a mano. (Por lo que sé, puede que pensaran que sería bueno tener al menos un escritor que pudiera entregar una copia incluso después de que un pulso nuclear borrara los discos duros de todos los portátiles). Sea cual sea el motivo, volvieron a preguntarme si me gustaría escribir una columna una vez al mes, algo que no hacía desde la universidad. Decidí que me gustaría darle una oportunidad.
La cuestión, supongo, es si TÚ quieres o no dársela. Dado que estas columnas tratarán principalmente sobre cultura popular —¿y de qué otra cosa podría tratar una revista llamada Entertainment Weekly?— tienes derecho a saber cuál es mi posición en ese amplio y a veces problemático tema. Transparencia total, ¿vale? Así que esto es, más o menos, lo que soy.
PELÍCULAS
Me encantó T3 (Terminator 3: La rebelión de las máquinas). Arnold sigue siendo la máquina perfecta. Una película como esta tiene que tener al menos una línea de diálogo que merezca la pena citar, y esta le da un nuevo aire a la clásica: «Díselo a la mano».
Me gustó 28 días después, pero no me encantó. Lo fundamental de las películas de terror no cambia de un año a otro; su trabajo es asustarte, y lo hacen o no lo hacen. 28 días después me intrigó —siento debilidad por los supervivientes en ciudades desoladas, como sabe cualquiera que haya leído Apocalipsis—, pero no hubo nada en 28 días después (como lo hubo en El proyecto de la bruja de Blair) que volviera a atormentarme más tarde, al apagar la luz de la habitación.
No me gustó Anger Management, otra de la larga lista de comedias tontas que ves medio despierto. Sí, Adam Sandler es un tío gracioso. Sí, Jack Nicholson es un buen actor y un tipo divertido. Pero hay que ganárselo cada vez, y aquí tenemos a dos tipos que van a la deriva sin un director lo suficientemente valiente como para decirles que es hora de despertar y ganarse el sueldo.
Odié Antwone Fisher; también La vida de David Gale. No me digas que la primera es mejor que la segunda, y no me lances un montón de tonterías sentimentales y lo llames comentario social. Antwone Fisher es especialmente molesta en este sentido, una tarjeta Hallmark de 9 dólares que equivale a: «Las rosas son rojas; las violetas, azules; la vida es exigente, pero saldrás adelante». Ya lo sabía, gracias, ahora vete.
MÚSICA POP
Bueno, el hecho es que no me va mucho la música pop, y me niego a escuchar a cualquier artista musical que tenga un solo nombre. ¿Beyoncé? No me interesa. ¿Jewel? Fuera de mi vista. ¿Ashanti? Déjalo. La única excepción a esta regla es Eminem. Me encanta Eminem, en parte porque es divertido y salvaje, pero también porque sigue admitiendo que, debajo de todo, hay una persona llamada Marshall Mathers.
Me gustan AC/DC, Metallica, Steve Earle y las Dixie Chicks. Me gusta Darryl Worley, aunque no me van sus inmaduros comentarios políticos. No, Darryl, no lo he olvidado, y no necesito que me lo recuerdes, ¿vale?
Si me preguntas cuál es la mejor canción de rock & roll de todos los tiempos, tengo que decir que hay un empate a tres entre Gimme Back My Dog de Slobberbone, Psychotic Reaction de Count Five y (What's So Funny 'Bout) Peace, Love and Understanding de Elvis Costello. No me interesan las melodías dulces. Hay un lugar para meter lo dulce, y no es en tu oído. Creo que ese material debería salir del altavoz de la radio y plantarte cara. Creo que debería irrumpir en tu vida. Por ende, me encantan The Jayhawks, me gustan The White Stripes y no me interesa en absoluto Celine Dion. Si te gusta Celine Dion, deberías escribir o enviar un correo electrónico a los editores de esta revista y decirles que bajo ningún concepto deberían contratar a Steve King para que escriba comentarios, porque Steve King piensa que Who Let the Dogs Out es mejor que todas las canciones que ha grabado la Sra. Dion, juntas.
Escucha los temas recomendados por Stephen King
LIBROS
Me gusta Donna Tartt, pero creo que El pequeño amigo, con sus locos tintes góticos sureños, es mucho mejor que la medida pretensión de El secreto.
Creo que Elmore Leonard es el gran escritor norteamericano… pero que era mucho mejor hace 10 años.
Creo que si no has leído a Stewart O'Nan, Peter Robinson (los misterios de Alan Banks), Peter Abrahams o las primeras novelas de Dennis Lehane, tienes que ponerte al día.
Creo que el 70 % de las listas de superventas de ficción y no ficción son bazofia, y que El código Da Vinci, de Dan Brown, es un ejemplo excelente.
También creo que un libro que vende un millón de ejemplares —como puede ser El perro de Babel, de Carolyn Parkhurst— no es automáticamente basura.
Una cosa más: estos son temas que realmente me importan. Por lo tanto, no voy a ser simpático, despectivo, condescendiente o indulgente. Puede que te haga enfadar —espero que te haga enfadar— pero no te haré perder el tiempo.
Por lo tanto, dímelo TÚ a MÍ: ¿puedes vivir con eso? ⬥
Referencias
King, S. (8 de agosto de 2003). «The Tao of Steve» en Entertainment Weekly.