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Stephen King recopila las frases célebres de películas que más le gustan a los lectores
Columna escrita por Stephen King y publicada en Entertainment Weekly el 30 de julio de 2004. Traducción de Javier Martos.
La cultura popular es una cuesta resbaladiza; solo hay que preguntarle a alguno de esos tipos, como Vanilla Ice o Andrew Dice Clay, que se deslizaron hacia abajo y se perdieron de vista. También es posible provocar una avalancha, como lo hizo Mel Gibson con su película sobre Jesús el invierno pasado, o Michael Moore con la suya sobre George W. Bush este mismo verano. No ocurrió exactamente igual con mi columna del pasado 11 de junio sobre las frases más populares de las películas —las que de verdad llegan a formar parte de nuestro lenguaje cotidiano—, pero generó un desprendimiento de rocas suficiente como para sorprender a los editores de esta revista y provocarme un miedo de cojones.
Cuando pedí a la gente que me enviara alguna de sus frases favoritas, pensé que recibiría unas pocas docenas de respuestas, quizá un par de centenares si la columna hubiese tocado una buena nota. Pero, al parecer, no solo tocó una buena nota sino un acorde completo. Según el último recuento, Entertainment Weekly había recibido cerca de tres mil respuestas a la columna, cada una de ellas con unas diez frases de películas que los lectores recordaban con mucho cariño. El programa de descompresión de archivos, que trabaja a muy buena velocidad, tardó más de quince minutos en descargar todas las respuestas, y me he pasado un par de semanas leyéndolas todas. Rara vez he empleado tan bien el tiempo, y pocas veces me han embargado tantos buenos recuerdos. Así que le pedí a los editores de EW que me dieran un poco más de espacio para la columna de hoy, para poder compartir algunas de las frases que más me han gustado de vuestras selecciones.
Algunos lectores me atacaron duramente por no mencionar los guionistas que escribieron esas frases con sus propias manos. «Como escritor, y en ocasiones guionista —me dijo un lector—, te sentaría mal que solo se le atribuyeran esas frases a los actores». En realidad, no me sentaría mal. Escribo estas columnas casi sin ningún tipo de material de referencia —como bien pueden corroborar los horrorizados y exhaustos correctores de EW— y enumerar todos los guionistas es una faena, sobre todo porque con mucha frecuencia las películas están escritas por un equipo creativo (y por lo general solo se les recuerda por una o dos frases buenas). Además, he de decir que hasta las mejores frases del mundo estarían muertas si no fuera porque un gran actor les ha dado vida.
Dicho esto, dejadme deciros que la frase más repetida en vuestras cartas fue escrita por el genial William Goldman, cuya obra no habéis parado de mencionarla una y otra vez.
«Hola. Me llamo Íñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir». Íñigo Montoya (Mandy Patikin) en La princesa prometida.
Creo que más de un centenar de personas habéis enviado esta. De hecho, parece que tenéis una relación adictiva con La princesa prometida. Los editores recopilaron el top 25 de vuestras mejores frases y se colaron en la lista tres de esta película:
«¡Inconcebible!». «Siempre usas esa palabra y no creo que signifique lo que tú crees». Íñigo Montoya (Mandy Patikin).
«¡Diviértete asaltando el castillo». Milagroso Max (Billy Crystal).
«Como desees». Westley (Cary Elwes).
La princesa prometida es (discutiblemente) una película para chicas, pero todas las frases que habéis enviado están pronunciadas por hombres. Esto parece confirmar lo que escribí en la columna original acerca de que la mayoría de las mejores frases se las dan a los hombres. Los lectores insisten con vehemencia en que no es así. «No, no —se quejan—, eso no es verdad». Pues aquí tenéis una terrorífica evidencia: solo dos o tres de las frases que habéis elegido están dichas por mujeres.
«Tomaré lo mismo que ella». Comensal femenina (Estelle Reiner) en Cuando Harry encontró a Sally.
«Ya me tenías desde el hola». Dorothy Boyd (Renée Zellweger) en Jerry Maguire.
Hay otras dos frases de mujeres que se repiten en vuestras cartas y correos electrónicos. Dos son de películas que tienen al menos medio siglo:
«Abróchense los cinturones, esta noche habrá turbulencias». Margo Channing (Bette Davis) en Eva al desnudo.
«Sabes cómo hacerlo, ¿verdad, Steve? Tienes que juntar los labios y soplar». Marie Browning (Lauren Bacall) en Tener y no tener.
Las dos siguientes no fueron tan repetidas, pero tienen su belleza:
«Si fuera un rancho me llamaría Tierra de Nadie». Gilda (Rita Hayworth) en Gilda.
«Personalmente creo que los cocodrilos tienen razón. Se comen a sus crías». Ida Corwin (Eve Arden) en Alma en suplicio.
Y del sexo débil, los lectores encontraron al menos un par de especímenes dignos de la era moderna:
«No eres muy inteligente. Me gusta eso en un hombre». Matty Walter (Kathleen Turner) en Fuego en el cuerpo.
«¡Fuera de aquí! ¡Y no regreses en cinco o siete días!». Vada Sultenfuss (Anna Chlumsky) en Mi chica.
Y, ajá, aquí os dejo un par de frases de mujeres que me habéis enviado (sacadas de libros). Las he incluido porque a) las obras han sido adaptadas a películas, y b) fueron seleccionadas por una docena o así de lectores en cada caso. La primera frase la incluyó el muy mencionado William Goldman (puede que sus seguidores crezcan). Lo único que puedo decir es que este tipo sabe detectar una buena frase en cuanto la lee.
«Él no había conseguido salir del coche». Annie Wilkes (Kathy Bates) en Misery.
«A veces ser una cabrona es lo único a lo que una mujer puede aferrarse». Dolores Claiborne (Kathy Bates) en Eclipse total.
Por cada frase memorable dicha por una mujer, tengo al menos una docena de frases sobre mujeres. No puedo citarlas todas pero aquí os dejo algunas de mis preferidas, empezando por la mejor:
«Le di mi corazón, ella me dio un bolígrafo». Lloyd Dobler (John Cusack) en Háblame…
«No dejaré que nadie te arrincone». Johnny Castle (Patrick Swayze) en Dirty Dancing.
«Me encanta su traje». Hannibal Lecter (Anthony Hopkins) en El silencio de los corderos.
Una mención de honor en la categoría de «sobre mujeres» sería para la famosa cita de Tom Hanks. Mi mujer me la recordó primero, pero luego media docena de lectores la repitieron:
«En el béisbol no se llora». Jimmy Dugan (Tom Hanks) en Ellas dan el golpe.
Hablando de béisbol, todos recordáis la famosa frase «Si lo construyes, vendrán», pero hay otra de la misma película que responde a la pregunta «¿Estoy en el cielo?»:
«No, en Iowa». Ray Kinsella (Kevin Costner) en Campo de sueños.
Y hablando de los estados del Medio Oeste:
«Pero estamos en Ohio. Y aquí llevar esto y nada alcohólico es declarar que eres marica». Jason Dean (Christian Slater) en Escuela de jóvenes asesinos.
Yo no era el único que recordaba el diálogo de Defensa de James Dickey con cariño. Además de la frase de Ned Beatty que cité, estas otras dos, ambas hechas por compañeros de raza (de sangre, incluso), las habéis mencionado una y otra vez:
«Seguro que chillas como un cerdo» y «Bájate los calzoncillos».
Además, hay algunas relacionadas con la ropa interior:
«Chico, tienes una media en la cabeza». Tipo de la camioneta (John O’Donnal) a Nicolas Cage en Arizona Baby.
Ropa interior aparte, aquí hay cinco frases de aparente popularidad:
«¿Lo que pasa aquí es que falta comunicación». Capitán (Strother Martin) en La leyenda del indomable.
«Me encanta el olor a napalm por la mañana». Kilgore (Robert Dubai) en Apocalypse Now.
«¡Enséñame la pasta!». Rod Tidwell (Cuba Gooding Jr.) en Jerry Maguire.
«¿Algo así como si fuera un payaso? ¿Te divierto acaso?». Tommy DeVito (Joe Pesci) en Uno de los nuestros.
«¿Me lo dices a mí? Aquí no hay nadie más que yo». Travis Bickle (Robert De Niro) en Taxi Driver.
Y, ya para acabar, aquí os detallo otras que a mí me gustaron mucho. Estoy seguro de que me dejé atrás un buen número de joyas, simplemente porque olvidé las películas que me proveen del contexto necesario. Pero, bueno, hablando de diamantes…
«Hay dos clases de personas en el mundo: aquellas a las que les gusta Neil Diamond y a las que no». Bob Wiley (Bill Murray) en ¿Qué pasa con Bob?
«No son los años, cariño. Es el rodaje». Indiana Jones (Harrison Ford) en En busca del arca perdida.
«¡Se acabó el juego! ¡Se acabó!». Hudson (Bill Paxton) en Aliens.
«No es un tumor». John Kimble (Arnold Schwarzenegger) en Poli de Guardería.
«¿Te gustan los cuchillos?». Harold (Bud Cort) en Harold y Maude.
«¡Tú no puedes encajar la verdad!». Coronel Jessup (Jack Nicholson) en Algunos hombres buenos.
«Y por la mañana, prepararé churros». Burro (Eddie Murphy) en Shrek.
«¿Es seguro?». Doctor Szell (Laurence Olivier) en Marathon Man.
«¿Por qué lloras, Smeagol?». Gollum (Andy Serkis) en El señor de los anillos: Las dos torres.
«He venido a mascar chicle y a patear culos, y se me ha acabado el chicle». Nada (“Rowdy” Roddy Piper) en Están vivos.
«Por favor, baje de ese crucifijo, que la madera está muy cara». Adam/Felicia (Guy Pearce) en Las aventuras de Priscilla, reina del desierto.
«Estos llegan hasta el once». Nigel Tufnel (Christopher Guest) en This is Spinal Tap.
Bueno, ya es suficiente. Todo esto es divertido, pero no quiero entreteneros más. Dejadme que os cuente cuáles son mis cuatro favoritas, que para mí son una clara muestra del poder que las películas tienen sobre nuestras mentes, nuestras emociones… y nuestros recuerdos.
«Me llaman Mr. Tibbs». Virgil Tibbs (Syndey Poitier) en En el calor de la noche.
«Caballeros, no pueden pelear aquí. Este es el Departamento de Guerra». Presidente Muffley (Peter Seller) en ¿Teléfono rojo? Volamos hacía Moscú.
«Cómo masacraron a mi muchacho». Vito Corleone (Marlon Brando) en El padrino.
«Levántese, su padre se marcha». Reverendo Syker (William Walker) en Matar a un ruiseñor.
¿Recordamos lo que vemos en las películas? Apuesto a que sí. Pero si esta avalancha de respuestas demuestra algo, es que también recordamos lo que escuchamos en ellas. ⬥
Referencias
King, S. (30 de julio de 2004). «Now Hear This» en Entertainment Weekly.