Contrariedades de 2004
Stephen King nos cuenta todo lo que le ha molestado durante este año
Columna escrita por Stephen King y publicada en Entertainment Weekly el 29 de octubre de 2004. Traducción de Javier Martos.
La cultura popular está repleta de placeres, pero también tiene su buena ración de contrariedades. Por cada preciosa y talentosa Elisha Cuthbert hay una Paris Hilton —con su perrito, además—. Pese a todo, seguimos adelante con valentía, pero en ocasiones nos sirve de ayuda abrir el pico y verbalizarlo en voz alta. Con tal intención, os ofrezco la Primera Columna Anual de Contrariedades, con la desinteresada esperanza de que, al exponer mis propias quejas —desde la más absoluta insignificancia—, os animéis a hablar de lo que os molesta y así poder desestresaros.
«Soy George W. Bush/John Ferry y apruebo este consejo». ¿En serio? ¿De verdad pensabais que iba a creerme que Paula Poundstone aprobaría algo así? Nivel de molestia: dolor de cabeza leve.
Britney Spears era bonita y algo divertida, pero ahora siempre parecer tener la expresión de una mujer que acaba de ver algo desagradable en el armario, correteando dentro de uno de sus zapatos. Nivel de molestia: dolor de cabeza leve.
Los tertulianos de televisión que querían que Martha Stewart ingresara en prisión. Oh, por favor, ya basta. Es hora de dejarlo estar. Si quieren que alguien vaya a la cárcel, hablemos de Ken Lay de Enron. Nivel de molestia: dolor de cabeza leve.
“Many Men (Wish Death)” de 50 Cent. Me gustó el disco Get Rich or Die Tryin’ —me dejaba fuera de servicio, como solían decir los hombres blancos de los sesenta—, pero “Many Men” es una de esas canciones insidiosas y molestas que se te meten en la cabeza. Una noche, mientras daba un paseo, me puse a tatarear «Many-many-many-many men… wish death ‘pon me». Creía que “Tainted Love” de Soft Cell era mala, pero esta es peor. Nivel de molestia: dolor de cabeza leve (durante el día), dolor de cabeza moderado (en mitad de la noche).
Los anuncios de televisión de alto concepto. Algunos de ellos, como los anuncios de Geico (“Señor Jiggy Fly, tengo buenas noticias”), son muy divertidos. Pero otros son sencillamente terribles. Los que en estos momentos se llevan la palma son los anuncios de los Chicken Selects de McDonald’s y los anuncios de Ditech en los que aparece un orondo agente de préstamos. En los anuncios del pollo de Mickey D, un joven de ojos vacíos, que parece llevar tres semanas metiéndose cocaína, le dice a un grupo de personas que ni siquiera está allí que «dejad ese pollo y apartaos muy despacio de esta delicia». En los anuncios de Ditech.com, un orondo agente de préstamos, que parece estar a punto de a sacar un rifle de largo alcance y ponerse a disparar indiscriminadamente, termina espetando el conocido y agónico eslogan: «¡Perdí otro cliente para Ditech!». Nivel de molestia: dolor de cabeza moderado (por el agente de préstamos paranoico); dolor de cabeza de moderado a severo (por el vendedor de nuggets paranoico).
El doctor Phil. Él lo sabe todo, lo que lo vuelve extremadamente irritante. Siempre consigue que me den ganas de ponerme a bailar alrededor del televisor en ropa interior, con la lengua fuera, hacer pedos con la axila y gritar a todo pulmón: «¡Phil se harta de pastillas, se cae y se rompe las costillas!», entre otras cosas infantiles. Nivel de molestia: dolor de cabeza de moderado a severo (por hacerme sentir inferior).
Las ansias de Donald Trump por destacar por encima de los otros concursantes de The Apprentice, y que tengamos que recorrer su vilmente sobrecargado apartamento. Vence a todos los demás y… ¿qué consigues? ¿Tener que ver todos los días ese ridículo peinado? Menudo nido de pájaros. Uno puede cambiar de canal, pero últimamente la cara de Donald está por todas partes, y ese hilarante peinado siempre flota por encima de su cabeza. Nivel de molestia: dolor de cabeza de moderado a severo (por culpa de ese peinado).
Las emisoras de radio de rock clásico. Estoy harto de esta mierda. Les da igual estrangular el rock and roll por culpa de su inquebrantable negativa a pinchar canciones nuevas de artistas reconocidos —¿cuántas canciones de The Rising habéis escuchado en las emisoras que tenéis memorizadas en el coche?—. Les da igual matar el rock and roll por negarse obstinadamente a presentar artistas contemporáneos como James McMurtry o Jack Ingram a un público más amplio. Tampoco les importa que no podáis escuchar temas de un álbum tan exitoso como American Idiot de Green Day. ¿Acaso no saben que uno solo puede escuchar “Won’t Get Fooled Again” o “Stairway to Heaven” un número determinado de veces SIN VOMITAR EL ALMUERZO? Estos mequetrefes están convirtiendo lo que solía ser un río refrescante en un pantano estancado. ¿Y todo para qué? Para vender más Chicken Selects, por supuesto. Dejad la música y apartaos muy despacio de esa putrefacción. Nivel de molestia: de severo a migraña.
Los anuncios previos a las películas que veo en el cine. He pagado diez dólares para ver Misteriosa obsesión y, aun así, antes de los tráileres tengo que tragarme un anuncio de la Xbox. ¿No es un capitalismo demasiado insano? Creo que la moda de meter anuncios antes de proyectar las películas ha avanzado más despacio en Estados Unidos —es más común en Europa— porque los espectadores van al cine para refugiarse de los anuncios de televisión, y los dueños de las salas se han dado cuenta de ello. Pero esto es América, amigos, y si hay algún negocio posible, alguien intentará ponerlo en marcha. Ojo, creo que las chicas que salen en el anuncio de Fanta son bonitas y divertidas, pero odio tener que verlas antes de que empiece la película. ¡Lo odio! La próxima vez que empiecen a cantar «Parecer acalorado / bebe Fanta / más rápido / más rápido», me gustaría que cada uno de los espectadoras se levantara en la oscuridad de la sala y gritara: «¡Quitad esa mierda, quitad esa mierda, no hemos pagado para esto, quitadlo ya!». Nivel de molestia: migraña intensa.
Bueno. Después de soltar todo lo que tenía dentro, me siento mucho mejor. Ahora os toca a vosotros. ⬥
Referencias
King, S. (29 de octubre de 2004). «Pet Peeves of 2004» en Entertainment Weekly.