Una docena de agradecimientos
En el Día de Acción de Gracias, Stephen King tiene mucho que agradecer
Columna escrita por Stephen King y publicada en Entertainment Weekly el 19 de noviembre de 2004. Traducción de Javier Martos.
La última vez que monopolicé este espacio al final de la revista, escribí sobre contrariedades y pequeñas molestias, pero ahora que nos encontramos en vísperas de Acción de Gracias, es hora de cambiar la perspectiva. Por lo general, encuentro unas cinco cosas que me alegran por cada una de las que me molestan, y creo que es una receta para la felicidad tan buena como cualquier otra. Familia, amigos, trabajo, paz mental… Estas cosas son obvias, y no es necesario mencionarlas (aunque no debería ser así). Así pues, aquí os dejo unos cuantos hitos de la cultura popular por los que me siento muy agradecido:
Ya sea bajo su verdadero nombre, Donald E. Westlake (por lo general divertido, aunque no siempre), o bajo el seudónimo de Richard Stark cuando escribe sobre Parker, un ladrón profesional de nombre (y mente) muy particular, este autor es grandioso. Ha sacado dos libros recientemente: Money for Nothing, como Westlake, y Nobody Runs Forever, como Stark. Un libro de este hombre es motivo de felicidad. Dos son un motivo para sentirse más que agradecido.
¿Quién es el tipo más aterrador de Estados Unidos? Puede que Jack Ketchum, el escritor de horror cuya terrorífica novela debut ya se encuentra disponible sin censura en Overlook Connection Press. Se trata de Off Season: The Unexpurgated Edition (21,95 dólares en rústica). Si lo leéis en Acción de Gracias, es probable que no podáis volver a dormir hasta Navidad. No digáis que tito Stevie no os avisó (je, je, je). Otros títulos de Ketchum son She Wakes (Leisure Books, en rústica) y The Crossings, un wéstern sangriento que recuerda a un Sam Peckinpah a máxima potencia (Cemetery Dance, 35 dólares en pasta dura).
Agradezco que Jonathan Strange y el señor Norrel, de Susanna Clarke, fuera casi tan buena como decían las primeras reseñas… pero no es un Harry Potter para adultos, como se apuntaba. Harry Potter ya es Harry Potter para adultos, bobos.
Doy gracias por haber descubierto Every Secret Thing de Laura Lippman, una novela independiente de suspense —y en última instancia conmovedora— alejada de su habitual serie de misterio de Tess Monaghan, disponible en formado de bolsillo (Avon, 7,99 dólares). No es tan buena como Mystic River, pero sí fácil de leer y con la misma atmósfera sombría.
Agradezco el nuevo álbum de Tom Waits (Real Gone) y también haber descubierto uno antiguo de The Inmates en iTunes. Fast Forward incluye una versión maravillosamente soul de “Turn Back the Hands of Time” y una divertida reinterpretación de “Sweet Nothin’s” de Brenda Lee. Escuchar este disco me ha recordado a The Commitments.
A todo esto, agradezco la existencia de iTunes.
Doy gracias a Perdidos. Por supuesto, me provoca celos que la ABC tenga un programa tan exitoso con elementos de suspense después de mi fracaso con ellos la temporada pasada, pero Perdidos es una serie muy buena. Que me muera si miento.
Doy gracias por la nueva temporada de 24, que comienza en enero. Está claro que cada temporada que pasa es más difícil de creer que alguien pueda tener días como esos, pero estoy totalmente dispuesto a suspender mi incredulidad para que Kiefer Sutherland, en la piel de Jack Bauer, continúe pisando fuerte. Además, Elisha Cuthbert es la mejor actriz de televisión del momento. Caso cerrado.
Doy gracias a Todos mis hijos. No hay nada mejor que visitar Pine Valley por la mañana temprano. Se ha vuelto especialmente emocionante desde que Babe le contó a Jamie que Bess (que es hija de Babe; o algo así, es muy complicado de explicar) es en realidad Miranda, y cuando Adam le entregó a Brooke las fotos que incriminaban a Jamie. No estoy de broma. Cualquier telenovela con un villano joven (pero abiertamente conflictivo) llamado JR tiene que encantaros.
Agradezco que hayan editado el DVD de la nueva Amanecer de los muertos, porque la película está mucho más elaborada que la versión censurada que estrenaron en los cines el invierno pasado. Hay, incluso —no os asombréis—, un pequeño personaje extra en esta nueva versión doméstica.
Doy las gracias cada vez que leo el Filthy Critic, porque el tipo que lo escribe es endemoniadamente divertido además de honesto (fue el primer crítico en decir que Open Water no asustaba en absoluto). Filthy, como él mismo se denomina, asigna dedos a las películas en vez de estrellas, y muy pocas cosas de las que dice podría citarse en una revista familiar (ni siquiera en esta, a pesar de que admite anuncios de tabaco). No obstante, os cito parte de su reseña sobre Extrañas coincidencias: «Cuando compartimos nuestra sabiduría, nos volvemos más fuertes. Como ese tipo que me escribió para advertirme que no comprara marisco en los mercados que ponen delante de los garajes». La película, de todos modos, recibió solo medio dedo, la calificación más baja de la escala de Filthy. La describió como «aburrida, un montón de mierda disfrazado de comedia». Sí, os habrá sorprendido, pero ¿acaso no era solo su opinión?
Para acabar —está claro que esto os lo esperabais—, me siento agradecido porque este año los Red Sox, desde Johnny Damon en primera base hasta Mark Bellhorn, han puesto a los New York Yankees en su sitio, y se han traído para Boston el primer Campeonato de las Series Mundiales 86 años después. Ya no habrá que cantar más lo de 1918, ni tendremos que aguantar a esos capullos hablando de la Maldición del Bambino. Después de más de medio siglo diciéndole a la gente que hay que esperar al año que viene, puedo sonreír y catar el pavo.
Por todo esto, doy las gracias. ⬥
Referencias
King, S. (19 de noviembre de 2004). «A Dozen Thanks» en Entertainment Weekly.