Stephen King sabe que los antivacunas van a odiar su último libro: «Allá vosotros»
El escritor habla de «Holly» y de por qué decidió no suprimir el covid de la novela
Entrevista a Stephen King realizada por Brenna Ehrlich y publicada originalmente el 5 de septiembre de 2023 en Rolling Stone. Traducción de Óliver Mayorga.
[AVISO: algunas declaraciones pueden contener detalles muy reveladores sobre la trama de Holly, recientemente publicada en España]
Stephen King está preparado para la avalancha de odio que se le vendrá encima cuando su próximo libro, Holly, salga a la venta el 5 de septiembre: «Creo que a mucha gente no le va a gustar», dice. «Creo que muchos —sobre todo los negacionistas del covid y los que apoyan a Trump— le van a poner una estrella en Amazon. Pero todo lo que puedo decirles es: “Allá vosotros”».
Invitar a recibir malas críticas antes de la publicación de un libro puede parecer algo extraño por parte de uno de los escritores de terror más prolíficos y aclamados de todos los tiempos, pero… muchas cosas están patas arriba hoy en día. Y a diferencia de muchos escritores que han publicado en los últimos años, King —como es su costumbre— no rehúye esa incomodidad en Holly, cuya trama sigue a la detective que introdujo en la serie Mr. Mercedes mientras intenta resolver una serie de desapariciones durante el apogeo del covid.
La primera vez que vemos a Holly, asiste vía Zoom al funeral de su madre, que es una negacionista del covid, y lucha por librarse por fin de la influencia de esa mujer dominante. Como vimos en Mr. Mercedes y en The Outsider de 2018, Holly pasó la mayor parte de su vida en casa, protegida del mundo, antes de formar equipo con el detective retirado Bill Hodges en la agencia Finders Keepers y aprovechar sus habilidades innatas para resolver crímenes. Holly ve cómo finalmente se independiza y se adentra en un mundo que es más aterrador que nunca: un mundo en el que las enfermedades acechan en cada esquina, los negros son asesinados en las calles y un par de profesores ancianos atrapan y devoran a los jóvenes en su esfuerzo por frenar el paso del tiempo. Y aunque los libros de King suelen tratar de lo sobrenatural, esta vez el horror es real.
Rolling Stone habló con King antes de la publicación de Holly para que nos contara por qué está tan enamorado de esta heroína en particular, sobre el covid, y cómo ve que encaje —o no— la inteligencia artificial en el mundo literario.
¿Cuándo decidiste darle a Holly su propio libro?
Bueno, supongo que Holly me gustaba mucho. Llegas a conocer a los personajes y con algunos no quieres continuar. Y con algunos de ellos… realmente quería ver qué tramaba. Me gusta mucho porque es una extraña combinación de inseguridad, trastorno obsesivo-compulsivo y habilidad detectivesca.
¿Te ves reflejado en ella?
Sí, me veo reflejado. Tengo un montón de tics, como enderezar las fotos en habitaciones de hotel y ese tipo de cosas. Siento que no puedo irme a la cama si no me he lavado los dientes media docena de veces o algo así. Así que, sí, me identifico mucho y sin duda he visto a mucha gente que está en su misma situación, que han sido maltratados en el instituto y en algunos de sus primeros trabajos, y sin embargo florecen. Me gusta Holly porque es una flor tardía, digámoslo así.
Sí, eso también me gusta, que tenía la vida que su madre quería para ella, y luego se desbordó por completo.
Sí. Se suponía que debía permanecer bajo el yugo de su madre y, por supuesto, la madre juega un papel importante en este libro porque Holly nunca se libera realmente de ella. No creo que ninguno de nosotros lo hagamos.
He oído que la idea de este libro surgió de una visión que tuviste de Holly asistiendo al funeral de su madre vía Zoom.
Sí, exactamente. A veces tienes una imagen y te dices: «Quiero escribir esta escena, pero no tengo nada que la acompañe. Está sola». Y para mí, siempre es un proceso de dos partes. Tengo una escena y realmente quiero escribirla, y pienso en ella, y sé cuáles serían las palabras para esa escena en particular, pero no hay nada para conectarla. Así que tenía esa imagen de Holly en el funeral vía Zoom apagando la cámara para poder bajar la cabeza y llorar.
He oído que la segunda fuente de inspiración para este libro fue una noticia que leíste sobre una pareja de ancianos que asesinaban por honor a un familiar. Parece que Holly suele tratar con criaturas sobrenaturales, como el ser que cambia de forma en The Outsider, pero la pareja de este libro parece mucho más aterradora.
Holly habla un poco de eso al final, y dice algo así como: «Cuando te enfrentas a gente como el Visitante es casi reconfortante en cierto modo, porque puedes decir que si hay una fuerza exterior para el mal, entonces debe haber una fuerza exterior para el bien». Mientras que en el mundo real, cuando tratas con gente como [los profesores caníbales] los Harris, parece escandaloso (hasta que los pones en perspectiva de gente como Dennis Rader, el asesino en serie que hizo cosas indescriptibles a sus víctimas, sencillamente indescriptibles). Hay policías que estuvieron involucrados en esos crímenes que simplemente no quieren hablar de lo que vieron. Así que esa es la maldad interior, el lado prosaico de la misma.
[Rader] era un hombre muy prosaico y en muchos sentidos los Harris son gente prosaica. Son académicos. Estoy seguro de que has ido a la universidad y has conocido a profesores que tenían sus aficiones y parloteaban sin parar sobre esas cosas. Y Rodney Harris es de esa clase. Él cree en la sacralidad de la carne.
Han aparecido un montón de caníbales en la cultura pop recientemente. ¿Qué crees que tienen de inquietante?
Creo que es uno de los tabúes definitivos. Una de las cosas interesantes de todas esas criaturas engendradas por George Romero, los zombis, los zombis carnívoros, es que nos decimos: «Dios mío, es lo peor que se me puede ocurrir». Rodney y Emily son una especie en sí misma. Pero Emily, por supuesto, es la más loca de los dos porque está menos interesada en el carácter sagrado de los hígados y los cerebros y ese tipo de cosas que en vengarse de la gente que no le gusta.
Me sorprendió el papel que el covid desempeña en el libro. En 2023, ¿por qué te pareció importante convertirlo en un punto tan central?
Bueno, yo quería ambientar el libro en la época en la que lo estaba escribiendo, que era alrededor de 2020 o 2021. Y pensé: «Nadie creería esto si no lo hubiera vivido. Nadie entendería realmente la paranoia y el miedo al covid». La gente verá imágenes de archivo cuando seamos viejos y estemos llenos de canas. Bueno, yo ya soy viejo y canoso, pero la gente verá imágenes de cadáveres metidos en camiones frigoríficos fuera de los hospitales, y dirá: «¿Eso ocurrió de verdad? ¿Pudo ocurrir de verdad?». Y por supuesto, ocurrió. En ese sentido, Holly es una cápsula del tiempo de la época en que escribí el libro.
No tengo la sensación de haber leído muchos libros escritos durante el covid que lo incluyan como algo más que una nota al margen.
Sí, es cierto. No sé si lo recuerdas o no, pero hubo una época en los noventa en la que aparecieron los teléfonos móviles y todo el mundo decía: «Bueno, esto va a acabar con muchos tropos de la ficción de suspense porque puedes coger un teléfono del bolsillo trasero y llamar a alguien».
Y cuando hablas del covid, estás hablando de gente enmascarando sus expresiones, y eso presenta sus propios problemas. Y siempre está la pregunta: «¿Vas a saludar con el codo? ¿Vas a dar la mano?». Así que presentó problemas, digámoslo así. Y traté de hacerlo de tal manera que no se volviera aburrido. Eso es algo que los críticos y los lectores van a descubrir por sí mismos y tendrán sus propias opiniones.
Sé que hay mucha gente en X, o como quieras llamarlo, que está convencida de que el covid se ha acabado y ya no es una preocupación. ¿Qué opinas?
Bueno, la madre de Holly es una negacionista del covid, y muere en el hospital por el covid. Y hasta el final, ella dice: «Solo tengo gripe. La gripe es lo que tengo». Y creo que esto no es algo nuevo. Durante años ha habido gente que se ha dedicado a negar la vacunación diciendo que si te vacunas contra una cosa determinada, vas a provocar defectos de nacimiento en tus hijos, esto y lo otro. O que si vacunas a tus hijos, podrían tener derrames cerebrales. Y ves lo mismo sobre las vacunas del covid.
Está esa historia constante de que miles de personas están muriendo de enfermedades del corazón debido a las vacunas. No es cierto, pero ha ganado mucha credibilidad. Así que hay mucho de eso. Intenté incluirlo en el libro. Hay personajes que simplemente dicen: «Yo no creo en esta mierda. Es todo basura». Y esa es la vida que vivimos. Siempre intento reflejar la época en la que escribo.
Jerome y Barbara Robinson —compañero de trabajo de Holly en Finders Keepers y su hermana, respectivamente— desempeñan un papel importante en este libro. ¿Prevés que tengan sus propios libros?
Jerome es muy importante en lo que estoy escribiendo ahora. Estoy escribiendo otro libro, y Jerome está implicado en este en particular porque en muchos de los primeros libros, el trabajo de Jerome en Finders Keepers tiene que ver con la búsqueda de perros perdidos o secuestrados. Así que tuve la oportunidad de hacer algo en este libro con eso, y estoy realmente encantado de verle involucrado. Es un personaje genial.
Realmente lo es. También me encanta tu amor por los perros, que se refleja en toda tu obra. ¿Cómo se encuentra tu perra?
Molly está genial. Este año le extirparon un tumor del cuello. Se está haciendo un poco mayor, pero sigue siendo genial. Creo que los perros en particular son una parte importante de nuestras vidas; sin embargo, envejecen mucho más rápido que nosotros y hay una especie de ciclo que somos capaces de ver con los perros que no vemos con nuestros amigos. Nuestros amigos humanos, debería decir.
Me encanta que Fairy Tale —que trata sobre un chico que encuentra un portal a otro mundo— la perra vuelva a ser joven gracias a un reloj de sol mágico.
Muchas veces, cuando la gente veía la cubierta de Fairy Tale y leía sobre él, me preguntaban: «No quiero leer este libro si el perro muere. ¿Muere el perro?». Y yo siempre respondía: «Tienes que leer el libro para averiguarlo».
Deben preguntártelo mucho después de Pet Sematary. El gato no tuvo el mismo destino.
Bueno, el gato regresó. Solo que ya no era un gato muy agradable.
Lamentablemente, ¡creo que habría querido al gato a pesar de todo! En fin, volviendo a Holly: Barbara también explora bastante su talento con la poesía. Sé que has escrito poemas a lo largo de los años. ¿Alguna vez profundizarías en ello?
Bueno, en cierto modo es como escribir canciones. Me encanta la música y no sé escribir una canción. Me encanta la poesía y me encanta leerla, pero no sé escribir muy bien. Hay un pequeño poema en Holly que me gusta y que escribí, y tiene que ver con la hierba. Pero nunca intentaría escribir un libro centrado en poemas. No podría hacerlo.
Has mencionado la música, y sé que te gusta mucho escuchar música mientras escribes. ¿Qué escuchas mientras trabajas estos días?
No la escucho tanto cuando escribo. Creo que es porque me he ralentizado un poco, o el proceso de pensamiento no es tan ágil como cuando tenía, digamos, 30 o 35 años, ese tipo de cosas. Pero sigo escuchándola cuando pulo, cuando reescribo, y escucho mucho rock & roll a todo volumen.
Últimamente, creo que me he quedado con Foghat y Bob Seger, gente así. Pero también he estado escuchando bastante música country. Mucho de Travis Tritt y Alan Jackson, gente así. ¿Has oído North of Richmond o algo así?
Sí, Rich Men North Of Richmond de Oliver Anthony. ¿Qué te parece?
No lo sé. Aún no he escuchado la canción, pero he visto fotos de él. Tiene barba y una guitarra muy chula.
Es parte de una gran guerra cultural entre la derecha y la izquierda ahora mismo, lo cual es interesante. Pero tengo que preguntarte, ¿es cierto que eres un gran fan del Mambo No. 5 de Lou Bega?
Ah, sí. Mucho. Mi esposa me amenazó con divorciarse de mí. La escuchaba mucho. Tenía la mezcla de baile. Me encantaban esas cosas de extended play, y escuchaba ambas caras. Y una de ellas era totalmente instrumental. Y puse esa canción hasta que mi esposa me dijo: «Una vez más y te dejo, maldita sea».
¿Qué estabas escribiendo en ese momento?
Probablemente 11/22/63. Cuando escribo, hay cosas que escucho hasta la saciedad. Y muchas de ellas son cosas tecno o disco, pero de tecno en particular, hay un grupo llamado LCD Soundsystem, y me encanta. Fat Boy Slim es otro. Escucho todo eso. Si intentaras escribir y escuchar a Leonard Cohen, ¿cómo coño lo harías? Porque tendrías que escuchar la letra y lo que dice. Pero con algunas cosas tecno, o con KC and the Sunshine Band, Gloria Gaynor… todo marcha bien.
¿Qué has estado leyendo últimamente?
Estoy leyendo por primera vez Beloved, de Toni Morrison. Llegué al punto de decir: «Tienes 75 años, será mejor que te des prisa y lo leas», porque siempre he querido leerlo. Y es interesante. Es un buen libro. Y estoy leyendo a Robert Goddard, que es un escritor de misterio inglés, y también me gustan sus cosas. Cosas muy diferentes, pero todas buenas. Hace poco leí un libro de Colleen Hoover, It Ends With Us.
¿Qué te atrajo de Colleen Hoover?
Quería ver de qué iba porque es muy popular. Así que leí ese libro y pensé: «Oh, sí, ya entiendo. Entiendo por qué es popular». Cuenta una buena historia.
He leído tu ensayo sobre la inteligencia artificial en Atlantic, que me ha parecido interesante porque difiere mucho de las opiniones de los demás. Tengo curiosidad por saber cómo ves su integración en la literatura.
Bueno, permíteme decir que entiendo las preocupaciones sobre la inteligencia artificial en lo que se refiere a los guionistas y a los escritores que trabajan para la televisión. Porque existe el temor, creo que es un temor no expresado, de que la inteligencia artificial haya estado escribiendo comedias de situación todo el tiempo y algunas de las series dramáticas, también, porque son bastante formulistas. Es cuestión de números. Pero en cuanto a los libros escritos con inteligencia artificial, los guiones escritos con inteligencia artificial, ¿qué se puede hacer al respecto? Da igual que seas el rey Canuto intentando hacer retroceder la marea, porque va a ocurrir.
Pero me resulta muy muy difícil creer que la inteligencia artificial —hasta que alcance una sensibilidad real, lo cual está muy lejos todavía— pueda escribir algo. He leído poemas de inteligencia artificial que eran del estilo de, digamos, William Blake, y tienen la cosa de Dios y la cosa del cordero y todo esto, pero no es lo mismo. Ni siquiera se acerca. Es como la diferencia entre Budweiser y alguna cerveza genérica. Ambas te hacen sentir un cosquilleo, pero no es lo mismo. ⬥
Referencias
King, S. (5 de septiembre de 2023). «Stephen King Knows Anti-Vaxxers Are Going to Hate His Latest Book: ‘Knock Yourself Out’» en Rolling Stone.