Entrevista a Stephen King en «Cinefantastique»
En 1978 Stephen King concedió esta entrevista en la que habló de sus influencias literarias, religión y sobre las adaptaciones cinematográficas de sus obras
Entrevista realizada a Stephen King por Peter S. Perakos y publicada originalmente en la revista Cinefantastique en 1978. Traducción de Óliver Mayorga.
Si Ray Bradbury es el rey de la literatura fantástica, Stephen King es el heredero del trono. Entre las obras de King se encuentran las inmensamente populares El misterio de Salem’s Lot, Carrie, El resplandor y una colección de relatos cortos titulada El umbral de la noche. Carrie, por supuesto, se convirtió en la espectacular película de Brian De Palma, mientras que Kubrick está rodando actualmente El resplandor. Varios de los relatos de El umbral de la noche serán pronto adaptados a la pantalla no en una, sino en dos producciones distintas. En esta entrevista exclusiva, Stephen King habla de sus anteriores trabajos, sus inspiraciones, su postura hacia el género y sus proyectos futuros.
Pregunta: ¿Cómo surgió su fascinación por el género de terror?
KING: Mi fascinación por el género de terror comenzó con los cómics de EC —el National Enquirer de mi generación— y con las películas de terror de los años 50, sobre todo La mujer y el monstruo (Creature from the Black Lagoon, Jack Arnold, 1954), La invasión de los ladrones de cuerpos (Invasion of the Body Snatchers, Don Siegel, 1956) —espero el próximo remake con una extraña mezcla de temor y expectación—, El cerebro del planeta Arous (The Brain From Planet Arous, Nathan Juran, 1957) —protagonizada por John Agar y que, de alguna manera que nunca he podido entender, fue la base de mi novela Carrie—, y más tarde las películas de monstruos de AIP, que me siguen pareciendo interesantes porque las mejores de ellas (aunque ninguna era realmente muy buena) involucraban a adolescentes y se adentraban en el horror desde escenarios mundanos.
P: ¿Qué escritores le han influido más?
KING: En cuanto a lecturas, los comienzos de Bradbury (aunque no lo descubrí hasta la adolescencia), lo primero de Bloch y varias ediciones de bolsillo de Lovecraft de los años 40 que encontré en el desván de mi tía. Lovecraft fue el que más me impactó, y sigo pensando que, a pesar de todos sus defectos, es el mejor escritor de ficción de terror que ha producido Estados Unidos.
P: También estaba pensando en Poe, y ¿quizás en Oscar Wilde?
KING: Ni Poe ni Wilde me han influido especialmente. Aparte de los escritores de terror y lo sobrenatural que ya he mencionado, diría que Thomas Hardy, John D. MacDonald y, sobre todo, James M. Cain.
P: ¿Las cuestiones comerciales toman parte en su escritura?
KING: Claro, soy un escritor comercial. Me gustaría hacerme asquerosamente rico y tener un yate. Pero solo escribo para complacerme y entretenerme. Para mí, mis libros son películas caseras.
P: ¿Diría que hay una declaración, o un punto de vista, común en su obra? Por declaración quiero decir, si me disculpa el término, «mensaje».
KING: El punto de vista de mis obras, mi preocupación, por decirlo de una manera ligeramente diferente, ha sido bastante constante en todo lo que he escrito en los últimos diez años, más o menos, y probablemente no cambiará mucho en el futuro. Es todo lo contrario a los escritores que la mayoría de nosotros leemos en la universidad, los «escritores literarios», si lo prefieres (mi definición de «escritor literario» es un novelista al que nadie le pregunta: «Sí, pero ¿cuándo vas a hacer algo serio?»). Gente como Doris Lessing, John Updike, Joyce Carol Oates, gente así. Hacen libros sobre gente extraordinaria en situaciones ordinarias, mientras que a mí me gusta más lo contrario… Gente ordinaria en una olla a presión, en una situación de crisis. Preferiblemente una en la que los acontecimientos han pasado de lo inusual a lo antinatural y a lo increíble. Es, tal vez, un estilo de escritura propio de La dimensión desconocida, pero Serling y compañía no fueron los primeros. Un tipo llamado Jack Finney fue el que escribió originalmente La invasión de los ladrones de cuerpos, en la que se basó la película de Siegel. Espero que Finney gane un millón de dólares con la película de este otoño; se lo merece. Deberían haberle pagado derechos de autor por todas esas historias de La dimensión desconocida, como «Monstruos en la calle Maple».
P: La religión, el cristianismo —para cuya encarnación usted creó a Margaret White, el estereotipo de fanática religiosa—. ¿Sus sentimientos hacia el cristianismo son predominantemente negativos, o su aparente anatema se limita al fundamentalismo?
KING: Mis sentimientos hacia el cristianismo son neutrales: creo en Dios, pero no necesariamente en la religión organizada… Aunque matizaré esto diciendo que, como niño criado en un ambiente mayoritariamente poco entusiasta del metodismo, siempre me fascinaron los símbolos y la solemnidad del catolicismo. Casualmente (o tal vez no), la única chica con la que tuve una relación seria en la universidad era católica, y la mujer con la que me casé es católica, aunque no practicante. El poder de la Iglesia católica desempeña un papel importante en El misterio de Salem’s Lot, en parte porque resultaba muy natural y correcto.
P: ¿Por qué en su obra, y en la mayoría de las obras de lo sobrenatural, el mayor poder le pertenece al mal, o a lo demoníaco, o al diablo, mientras que el bien o Dios es más o menos pasivo?
KING: En mis libros, el poder de Dios no desempeña un papel pasivo en absoluto. (Llámalo el poder de lo Blanco, si lo prefieres; a veces lo hago, aunque el concepto de Blanco es más pagano que cristiano). El bien vence al mal en El misterio de Salem’s Lot y El resplandor, y al menos hay un empate en Carrie. En cualquier caso, toda esta cuestión es crucial en mi nuevo libro, La danza de la muerte, y dirijo tu atención a eso.
Por cierto, también rechazo tu argumento de que en la mayoría de las obras de lo sobrenatural el poder pertenece al mal. Un poder de corto alcance, tal vez, pero revisa Drácula, o (de nuevo) La invasión de los ladrones de cuerpos de Finney, y muchos otros como M. R. James, Coleridge, William Hope Hodgeson, La feria de las tinieblas de Bradbury…
P: ¿Se considera una persona religiosa?
KING: Soy religioso en cuanto a lo Blanco, pero no voy a la iglesia. Dios y el diablo —las fuerzas blancas y negras— proceden del interior, de ahí viene el poder. Las iglesias crean moral, lo cual, supongo, es útil. También lo es un táper, a su manera.
P: ¿Cómo respondería al comentario de que la falta de espiritualidad en la sociedad es un alejamiento de Dios y, en consecuencia, cualquier alternativa, que podría tratarse del mal o del diablo, es necesariamente popular?
KING: No creo que haya una falta de espiritualidad en la sociedad actual; creo que hay una falta de enfoque porque muchas de las religiones organizadas han empezado a desmoronarse en la última mitad del siglo XX. Los católicos son el caso más extremo, por supuesto, pero lo mismo ocurre desde el islam hasta el metodismo. Hasta cierto punto, se puede culpar a la tecnología, pero el otro foco de atención de la espiritualidad en estos días es el hecho de que la tecnología se está volviendo gradualmente obsoleta, como lo demuestra la actitud de «¿qué hemos hecho?» de muchos fans y escritores de ciencia ficción. (La defensa que Niven y Pournelle hacen de los reactores nucleares en El martillo de Lucifer es amargamente risible). La misma tecnología espléndida que ha hecho retroceder las fronteras de la provincia de Dios tan rápidamente desde 1900 es también la tecnología que nos ha dado la lata de aerosol de fluorocarbono, la CBW y la amenaza del holocausto nuclear. Además, la vida espiritual de la gente siempre parece caer en la confusión y la literatura de lo sobrenatural siempre se hace más frecuente (y más interesante) a medida que se acerca el final del siglo. No sé por qué es así, pero lo es… Encuentras a tus racionalistas a mediados de siglo, y tus verdaderas guerras buenas. Es una respuesta bastante errante a tu pregunta, pero es lo mejor que puedo hacer.
P: Una fuente importante del mal, de hecho la principal en Carrie, es humana, no sobrenatural: su madre psicótica, los adolescentes sádicos. Incluso el terror del Overlook en El resplandor tiene un origen humano, los monstruos que vivían y morían en el hotel. ¿Cuál es su definición del mal?
KING: Mi definición de maldad es la voluntad consciente de hacer daño.
P: Entonces, ¿siente que está creando una alegoría en sus novelas?
KING: Sí, mis novelas son a veces alegóricas por naturaleza (o por efecto), pero —y creo que Ray Bradbury estaría de acuerdo con esto— por alguna razón que no entiendo (aunque puede que sí), casi toda la ficción de terror extensa tiene tendencia a reverberar y convertirse en alegórica. Creo que esa es la razón principal por la que ni las novelas ni las películas de terror se han situado nunca en un gueto de género.
P: ¿Qué le pareció Carrie de Brian De Palma?
KING: Me gustó bastante. El punto de vista de la película era diferente al de mi libro; yo tendía a ver los acontecimientos de frente, sin humor, en una progresión directa de punto a punto (hay que recordar que la génesis de Carrie partía de una idea para una historia corta), mientras que creo que De Palma vio la oportunidad de hacer una película que fuera una visión satírica de la vida en el instituto en general y de los grupos de compañeros en particular. Un punto de vista perfectamente viable. Sissy Spacek estuvo excelente, pero justo detrás de ella —en un papel más pequeño de lo que debería haber sido— estuvo John Travolta. Interpretó el papel de Billy Nolan de la forma en que me gustaría haberlo escrito, medio divertido y medio loco.
Además, en el libro, Carrie destruía todo el pueblo de camino a casa; eso no ocurrió en la película, sobre todo porque el presupuesto era demasiado pequeño. Me hubiera gustado que lo hicieran, pero por lo demás, no tengo ninguna objeción. Creo que De Palma es un digno aspirante al trono de Hitchcock… Sin duda es tan peculiar como Hitchcock.
P: En una reseña de Carrie (y quizá también aplicable a su libro) Janet Maslin comenta en Newsweek: «Combinando el horror gótico, la misoginia desprejuiciada y un aire de estudiada trivialidad, Carrie es la película más agradable de De Palma y también la más tonta… alternando entre lo elegante y lo estúpido…».
KING: Creo que los comentarios de la Sra. Maslin sobre la película en su crítica están fuera de lugar o, siendo un poco irreverente, creo que es una mentirosa de mierda. La película —y el libro— no trata de la «trivialidad» ni de la «misoginia», sino de encajar o quedarse fuera, de los que son populares y de los parias. La parte de terror gótico está bien, pero eso, claro, es el homenaje de De Palma a Psicosis (Psycho, Alfred Hitchcock, 1960), que me parece un poco estudiado y exagerado para mi gusto (el Instituto Bates, por ejemplo).
P: Quizá le consuele saber que la Sra. Maslin ya no escribe para Newsweek. El resplandor, ¿es su obra más ambiciosa?
KING: Creo que El resplandor es la novela más ambiciosa que he publicado hasta la fecha, pero la que le sigue en octubre, La danza de la muerte, lo es un poco más… Ciertamente he trabajado más en ella, aunque el resultado crítico final aún está por ver.
P: Kubrick tiene una visión única, ostensiblemente freudiana, de la relación del hombre con la sociedad. ¿Son compatibles sus puntos de vista?
KING: Por favor, créeme: nadie tiene una visión freudiana de la relación del hombre con su sociedad. Ni tú, ni yo, ni Kubrick, nadie. Todo el concepto es abismalmente tonto. Y como espectador, me importa un bledo lo que piense un director; quiero saber lo que ve. La mayoría de los directores tienen buenos instintos visuales y dramáticos (la mayoría de los buenos directores, en cualquier caso), pero en términos intelectuales, son cabezas de chorlito, en general. No hay nada malo en ello; ¿quién quiere un director de cine que sea un hombre orquesta? Dejemos que hagan su trabajo, disfrutemos de su obra, pero, por el amor de Dios, no veamos freudianismos en la obra de ningún director de cine. El único director que parece tener algún «punto de vista psicológico» es Ingmar Bergman, y el suyo es junguiano, que es lo siguiente a decir «instintivo». ¿Te imaginas a Bergman haciendo El resplandor? Sería interesante.
P: A pesar de su afirmación de que Kubrick no tiene un punto de vista freudiano, se rumorea que intentó escribir y modificar el guion orientado por un psiquiatra. Kubrick cambió varios elementos de la novela, incluido su final apocalíptico.
KING: Desde el principio, cuando hablé por primera vez con Kubrick hace unos meses, él quiso cambiar el final. Me pidió mi opinión sobre la posibilidad de que Halloran se convirtiera en un poseso y terminara el trabajo que Torrance había empezado, matando a Danny, a Wendy y, por último, a sí mismo. Entonces, la escena cambiaría a la primavera, con un nuevo cuidador y su familia llegando. Sin embargo, el público vería a Jack, Wendy y Danny en una idílica escena familiar —como fantasmas— sentados juntos, riendo y hablando. Y vi un paralelismo entre este apacible escenario del final de la película y el final de 2001: una odisea del espacio (2001: A Space Odyssey, 1968), en el que el astronauta es transportado a la habitación de Luis XIV. Para mí, los dos finales parecían estar relacionados.
P: El final de 2001 es un renacimiento cósmico. Su descripción del final propuesto por Kubrick para El resplandor parece mostrar que lo que hay después o más allá de la vida es algo que no es terrorífico ni horrible, sino pastoral, místico.
KING: La impresión que saqué de nuestra conversación es que Kubrick no cree en la vida después de la muerte. Sin embargo, pensaba que cualquier vena sobrenatural de la historia (ya sea horripilante, o ya sea agradable) es inherentemente optimista porque apunta a la posible supervivencia del espíritu. Y yo le dije que todo eso está muy bien como filosofía, pero cuando el público se enfrenta a la matanza de los personajes que le importan, entonces pedirá a gritos tu cabeza cuando salga del cine. Pero Kubrick ha modificado mucho sus ideas originales, así que no espero ver este final en la película definitiva.
También quiero comentar la omisión de los animales topiarios. Me hace mucha gracia que haya elegido un laberinto de setos, porque mi idea original fue crear un laberinto de setos. Y la razón por la que rechacé la idea en favor de los animales topiarios fue por una vieja película con Richard Carlson, The Maze (El laberinto) (The Maze, William Cameron Menzies, 1953). La historia trataba de un laberinto, por supuesto, pero en medio había un estanque. Y en medio del estanque, sobre un nenúfar, estaba el abuelo, que era una rana. Todas las noches, el abuelo se convertía en rana y había que meterlo en el estanque. Para mí, eso era ridículo. Así que abandoné la idea del seto.
P: Es decepcionante —a pesar de los supuestos problemas con los efectos— que se hayan dejado de lado los animales del seto.
KING: De todos modos, nunca pensé que los animales topiarios llegaran a la película. El director se enfrentaría a un doble riesgo, el primero es que el efecto no pareciera real. El segundo riesgo es que, incluso si el efecto parece real, el público podría reírse. Estos son los problemas a los que se enfrenta el cineasta, problemas con los que no tuve que lidiar al escribir la novela.
P: Hay mucho horror gráfico en El resplandor, en realidad en todas sus obras. ¿Cree que esto dificulta su adaptación al cine?
KING: Sí, la violencia es dinamita. Es un paquete peligroso de manejar. Es demasiado fácil dejar que la violencia domine. Muchos buenos directores han tropezado con esa piedra en particular. Y esa es una de las razones por las que me gusta Don Siegel, porque maneja bien la violencia. Habría preferido que Siegel dirigiera El resplandor, o quizás El misterio de Salem’s Lot. Creo que tendría mucho éxito dirigiendo El misterio de Salem’s Lot.
P: ¿Qué opina del reparto de El resplandor? ¿Encaja con la característica de su obra: gente corriente en circunstancias extraordinarias?
KING: Me da un poco de miedo Jack Nicholson como Jack Torrance en ese contexto porque no es un hombre «corriente». Que yo sepa, nunca ha interpretado a un hombre corriente y no estoy seguro de que pueda hacerlo. Hubiera preferido que Michael Moriarty o Martin Sheen interpretaran a Torrance. Pero se supone que estos actores no son «rentables» —Hollywood adora esa palabra—.
P: ¿Qué le parece que Shelley Duvall haga el papel de Wendy Torrance?
KING: Ese es un ejemplo de casting absolutamente grotesco. Pero Kubrick es sin duda un director ingenioso e inteligente. Es uno de los tres o cuatro mejores directores de nuestros días, tal vez de todos los tiempos. Sin embargo, creo que es indulgente, terriblemente indulgente. La naranja mecánica (A Clockwork Orange, 1971) no se sostiene hoy en día. Algunas de sus otras películas sí. (Es increíble que alguna película lo haga. Una afirmación de genialidad es la capacidad de una película para mantenerse dentro de diez años). Creo que ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú (Dr. Strangelove, or How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb, 1964) y 2001: una odisea del espacio sí lo hacen. Y Barry Lyndon (ídem, 1975) lo hará. Pero incluso si su película de El resplandor es un fracaso artístico, probablemente será un éxito comercial… Y aunque sea un fracaso, será un fracaso interesante… De todos modos, ten en cuenta que solo estoy hablando como un observador interesado. No participo.
P: ¿Y la posibilidad de que dirija varias de las historias de El umbral de la noche para Milton Subotsky?
KING: Subotsky tiene seis de las historias de El umbral de la noche1; me ofreció tanto la posibilidad de guionizar como de dirigir. Me gustaría mucho dirigir, pero me da miedo, no la conceptualización o la visualización, sino tratar de controlar a un gran equipo que ha olvidado más de lo que yo nunca sabré sobre hacer películas. Además, soy principalmente guionista. Rechacé la posibilidad de dirigir, a regañadientes y solo por ahora.
P: ¿Cómo va el proceso de llevar a la pantalla El misterio de Salem’s Lot?
KING: La CBS está interesada en adaptar El misterio de Salem’s Lot como «novela para televisión», pero la gente de Standards and Practices, la oficina de censura, ha planteado cincuenta o sesenta objeciones, creando un problema que me parece insuperable. Pero no pasa nada. Warner Bros. la compró; la pagó. Así que, en cierto modo, es lo mejor de los dos mundos posibles, ya que preferiría que no se hiciera.
P: ¿Puede decirnos algo sobre su guion para 20th Century-Fox y NBC?
KING: He adaptado tres de las historias de El umbral de la noche. Son «Sé lo que necesitas», «Campo de batalla» y «La primavera de fresa». La película está siendo producida por una compañía que se llama, apropiadamente, The Production Company. Los productores son Mike Wise y Frank Leavy. Les gusta el guion. Hace cinco años, podría decir con seguridad que la película estaría producida inmediatamente y en cartelera para el próximo mes de marzo. Pero no puedo decir eso porque el clima de la producción televisiva es ahora muy estricto hacia cualquier cosa que tenga que ver con el terror o la violencia. «La primavera de fresa», que es una historia sobre los últimos días de Jack el Destripador, es por supuesto violenta. Me llamaron de NBC Standards and Practices y dijeron: «No podemos tener a este lunático corriendo por ahí apuñalando y matando a la gente». Y yo dije: «Bueno, eso echa por tierra la historia, ¿no?». Y la NBC respondió: «¡Oh, no! El apuñalamiento está descartado, pero puede estrangularlos». Así que, o tienen miedo de mostrar sangre o de aludir a la penetración.
P: ¿Hay alguna posibilidad de que su nueva novela, La danza de la muerte, sea llevada al cine?
KING: La danza de la muerte se mostrará en Hollywood. Y si el libro tiene mucho, mucho éxito, podría venderse. Pero, debido a su complejidad, no creo que se venda nunca.
P: Por último, ¿qué le parece que sus novelas e historias sean transformadas en películas por otras personas de diversa capacidad?
KING: Me alegro de que todos los implicados sean muy buenos en lo que hacen. Pero, en última instancia, no pueden mutilar nada de lo que he escrito porque la escritura se mantendrá por sí misma, de una manera u otra. ⬥
Referencias
REVISTAS
Perakos. P. S. (1978). “Stephen King on Carrie, The Shining, etc.” en Cinefantastique vol. 8, núm. 1.
En la década de 1980, el productor cinematográfico Milton Subotsky adquirió los derechos de seis de los relatos de esta colección con la intención de producir largometrajes y una antología televisiva basada en varias historias. Aunque Subotsky participó en varias adaptaciones de King (Los ojos del gato, La rebelión de las máquinas, Algunas veces ellos vuelven, El cortador de césped) la serie de televisión nunca llegó a realizarse debido a conflictos con las normas y prácticas de las cadenas.