Escúchame bien
El mejor libro que no podrás leer. No, «Una historia en bicicleta» no está impreso, pero puedes escucharlo
Columna escrita por Stephen King y publicada en Entertainment Weekly el 11 de septiembre de 2003. Traducción de Óliver Mayorga.
Mi trabajo en EW no consiste en escribir reseñas de libros, pero puedo afirmar con bastante certeza que Una historia en bicicleta, de Ron McLarty, es la mejor novela que no leerás este año. Pero puedes disfrutarla, y estoy casi seguro de que me agradecerás el consejo si lo haces.
Una historia en bicicleta es la historia de Smithson Ide, un hombre de más de 120 kilos que fuma demasiado, bebe demasiado y come demasiado. Es decir, este tipo es un desastre… un encantador desastre. Y entonces, un día, Smithy se encuentra atravesando Estados Unidos con su «culo gordo» colgando sobre el asiento de su vieja bicicleta. Se dirige de Rhode Island a Los Ángeles, donde pretende recuperar el cuerpo de su hermana de la morgue del condado, y en el camino se encuentra con un desfile de pintorescos personajes. A diferencia de las aventuras de Huck Finn, las de Smithy no llegan a ser literatura, pero siempre son entretenidas y a veces salvajemente divertidas.
Entonces, ¿por qué no se puede leer? Porque, al menos hasta ahora, ningún editor quiere tocarlo ni con un palo de tres metros.1 Las editoriales, antaño orgullosamente independientes, son hoy poco más que abalorios corporativos, y su influencia cultural prácticamente ha desaparecido. Las novelas que no son un superventas estúpido (piensa en James Patterson) ni «ficción seria» aburrida (piensa en William Gaddis, Paul Auster, y su sobrevalorada ralea) fueron una de las primeras cosas que desaparecieron cuando los conglomerados tomaron el control. Aburrido o estúpido: hoy en día, eso es lo que se puede elegir en la librería.
¿Qué lugar le queda a Ron McLarty (un actor, dramaturgo e insomne crónico que garabateó la historia de Smithy Ide a altas horas de la madrugada, en una sucesión de cuadernos amarillos)? Debería haber un lugar, porque —tendrás que confiar en mí, al menos por el momento— Smithy es un auténtico norteamericano, merecedor de un lugar en la estantería justo debajo de tus Hucks, tus Holdens y tus Yossarians. Y, gracias a una combinación de suerte y simple coincidencia, existe un lugar.
Uno de los trabajos cotidianos de Ron McLarty es narrar para Recorded Books, una empresa que lleva produciendo novelas en audio desde 1979. Su jefa es una mujer llamada Claudia Howard, y un día, hace cuatro años, McLarty le mostró a Howard su novela, que había sido rechazada «por los mejores del negocio», como decimos nosotros. Ella estaba encantada con Smithy y horrorizada por el hecho de que una novela tan buena no solo no encontrara un público, sino que ni siquiera tuviera la oportunidad de encontrarlo (si entiendes lo que quiero decir). Así que Howard hizo lo que podía hacer, que era publicar Una historia en bicicleta como audiolibro.
Lo que nos lleva a cómo puedes disfrutar el libro: visita www.recordedbooks.com y compra o alquila la versión en CD o casete del libro, con la voz del propio McLarty. Por eso digo que puede ser el mejor libro que no leerás este año. Puede que lo escuches en tu discman mientras haces footing, o en tu coche mientras vas a ver a la tía Doris en Des Moines, pero en realidad no lo leerás. (Ni siquiera estoy seguro de si el protagonista es Smithy o Smithie, porque nunca he visto su nombre impreso).
La historia editorial reciente está llena de novelas dignas que se publicaron solo por los pelos. El primer viaje de J. K. Rowling con Harry Potter fue una de ellas. También está el triste caso de La conjura de los necios, de John Kennedy Toole, que se publicó solo después de que el autor, desesperado, se suicidara. (Luego llegó a la lista de los más vendidos, lo que puede o no haber servido de consuelo a sus familiares supervivientes). ¿La moraleja? Hay una jungla ahí fuera, nene, y en un mundo corporativo, los fuertes sobreviven, pero los dignos a menudo no.
Que Una historia en bicicleta haya encontrado su propio escenario es un milagro. Espero que no sea un milagro desperdiciado. Lo que espero es que pidas una copia y lo pruebes tú mismo; espero, de hecho, que los lectores de EW inunden Recorded Books con pedidos de las aventuras de Smithy (¿Smithie?) Ide. Hagamos un poco de historia, ¿qué dices? Si eso sucede, el libro probablemente se publicará, recuerda el dicho: «Más ablanda el dinero que palabras de caballero». Este es un libro que puede hacer algo más que hablar; tiene la oportunidad de ser un superventas rompedor. No, no es literatura (por favor, recuerda que he dicho eso), pero tiene un gran corazón y es tan satisfactorio como una de las cenas caseras de los domingos de tu madre.
Así que, ¿por qué no recorres Estados Unidos con Smithy y le animas a perder peso, enamorarse y redescubrir la vida? Estarás apoyando a la buena novela norteamericana. Y lo que es más importante, conseguirá que hagas lo que se supone que debes hacer con las buenas novelas: reír un poco, llorar un poco, quizá alagar tu paseo una manzana para saber qué pasa después. También descubrirás una buena voz norteamericana… y podrás oírla hablar. ¿Quiero parte del mérito si esto tan bonito ocurre?
Sabes que sí.
Diles que te envía Steve. ⬥
Referencias
King, S. (11 de septiembre de 2003). «Listen Up» en Entertainment Weekly.
Tras la publicación de esta columna en Entertainment Weekly, muchas editoriales comenzaron a interesarse por la historia de Ron McLarty. En español se puede conseguir The Memory of Running con el título Una historia en bicicleta.