Entrevista con Stephen King en el set de «La milla verde»
De vuelta al teclado tras un desgraciado accidente en la carretera, el autor espera un hito cinematográfico con «La milla verde»
Entrevista realizada por Patrick Hobby y publicada originalmente en Cinefantastique vol. 31 núm. 10 (febrero de 2000). Traducción de Óliver Mayorga.
En el set de La milla verde, celebrando su cumpleaños, Stephen King comentó irónicamente sobre su director: «Frank Darabont bromea y dice que tiene la especialidad más pequeña del mundo: solo hace películas carcelarias de Stephen King ambientadas en el pasado». Ahora King se está recuperando de un desgraciado accidente a manos de un conductor descarriado, y ha vuelto a ponerse frente al teclado. King también tiene prevista una miniserie para ABC de cuatro horas de duración sobre El Talismán, un libro que coescribió con Peter Straub, que está siendo producida por Steven Spielberg y Kathleen Kennedy.1
Al escribir La milla verde, King señaló que investigó más de lo habitual: «Creo que me interesó el hecho de que muchas de las ejecuciones salieran mal en los primeros días [de la pena capital]. Y eso me pareció una idea realmente macabra».
La vieja Chispas ofrecía la parafernalia que los fans de King esperaban, pero a partir de ahí el autor escribió una historia de esperanza sorprendentemente conmovedora. Según King, «el espíritu humano sigue vivo incluso en las circunstancias más difíciles. Y creo que, a veces, cuanto más difícil es la vida —y no puede haber un lugar en el que la vida sea mucho más difícil que en el corredor de la muerte—, más posibilidades tiene el espíritu humano de brillar. Y, sin duda, hay aspectos de esta historia que son difíciles de asimilar porque son muy horribles, pero creo que ese mismo trasfondo pone en primer término que la gente se esfuerza por hacer lo mejor posible. Le da una especie de pureza y alegría».
King eligió publicar la novela en forma de serie más como un incentivo para escribirla que otra cosa. «Tenía una idea maravillosa para una historia, que se convirtió en La milla verde. Pero era una historia muy difícil de escribir para mí. Cuando por fin me senté y empecé a trabajar en ella, me dije que, si me dejaban a mi aire, probablemente esta sería una de las historias con las que triunfaría el perezoso Stephen King y daría con algo más fácil para trabajar porque, en muchos sentidos, tratar con John Coffey es algo difícil de hacer. Es un personaje muy trágico.
»Mi agente de derechos extranjeros llamó un día, y estuvimos hablando de varias cosas y cuando estaba a punto de colgar me dijo: “Por cierto, estaba paseando por la playa con tu editor, en Long Island, donde tengo una casa de verano, y estuvimos especulando sobre la idea de una novela por entregas, como solía hacer Charles Dickens. Me pregunto qué pasaría si alguien intentara hacer una novela por entregas hoy en día. No estarías interesado en eso, ¿verdad?”.
»Él esperaba que yo dijera que no, y fue una especie de comentario espontáneo. Y pensé en La milla verde y que si me ponía en una situación en la que tenía que escribir esto, si prometía a la gente una entrega al mes durante X meses, probablemente llegaría a escribirlo. Así que dije que sí sin poder echarme atrás. Y una vez que me vi obligado a hacerlo, por supuesto que tuve que escribirlo».
King apuntó que le pilló por sorpresa la popularidad y el éxito del serial. Estaba en Colorado, rodando la adaptación de la miniserie para ABC sobre El resplandor. «La noche anterior me metí en la cama, me tapé con las mantas, apagué la luz y pensé: mañana se publicará “Las gemelas asesinadas” [el primer episodio de La milla verde]. Me dije que había cometido el mayor error de mi vida. Será un fracaso. Como un pez muerto apestoso y podrido, y voy a llevarlo alrededor de mi cuello durante seis meses mientras sale cada episodio. Nadie tenía idea de que iba a tener el éxito que tuvo, y menos yo».
King disfrutó de su visita al set de La milla verde, destacando el diseño de producción de Terence Marsh. «Cuando consiguen la sensación que desprende el libro, lo que hay entre líneas o incluso lo que hay detrás de ellas, entonces es como meterse en tu propia cabeza. Y eso es lo que se siente al pisar el plató y al caminar por la milla verde. Es como estar en el país de mi propia imaginación.
»Y entonces Frank me llevó a la vuelta de la esquina y dijo: “Quiero presentarte a una amiga tuya. Aquí está la vieja Chispas”. Porque esta es una historia sobre la silla eléctrica y sus primeros días, en que la pena capital era la norma y no la excepción en los Estados Unidos. Se siente un escalofrío cuando la ves ahí bajo su propio haz de luz. Parece desnuda y ausente. No se ha exagerado. No tiene ningún pequeño adorno. Es solo un artefacto. Y, por supuesto, hice lo que cualquiera quiere hacer cuando la ve, dije que me ataran a ella. Y una vez que estás ahí, te dices: “Oh, tío, esto es como estar muy metido en mi propia cabeza”».
King está satisfecho con la elección de Tom Hanks como Paul Edgecombe, la voz narradora de King en el libro. «Encaja como un zapato viejo. Es perfecto para el papel. Y lo supe en el momento en que Frank me mencionó el nombre, y pensé para mis adentros, esto no puede ser, es demasiado bueno para ser verdad».
King da más razones que un reparto de primera. Calificó el guion de Frank Darabont para La milla verde como «la mejor adaptación cinematográfica que he leído nunca. Es uno de mis libros favoritos. Hacer la película es como conseguir un pleno de 300 puntos en una partida de bolos. Estoy encantado». ⬥
Referencias
Hobby, P. (febrero de 2000). «The Green Mile. Stephen King» en Cinefantastique vol. 31 núm. 10.
Este proyecto de adaptación de El Talismán finalmente no llegó a término.